cena romántica - (antonio privado)

era un día especial había invitado a mi amor a cenar en casa arreglé todo lo mejor que pude para él



estaba muy nerviosa, no tenia mucha experiencia en este ambito pues antonio era el primero que dejaba que se me acercara tanto

el timbre sonó y nerviosa fui a abrir

tú te comportas eh shadow - le apunte con un dedo a mi gato mientras sacaba el cerrojo



quedé sorprendida por lo que vi, se veía mas hermoso que de costumbre
amor viniste -mi sonrisa creo que no cabía en mi rostro y esas bellisimas rosas eran lo mas lindo que alguien me regalaba
Tomé el ramo y lo invité pasar

sonreía a cada instante,sólo él lograba eso conmigo gracias a antonio había vuelto a sonreir.
Entró y mientras ponía las rosas en agua él observaba la casa, casi todas mis paredes estaban adornadas por obras de mi autoría algunas sin sentido y otras con mucho valor sentimental.
si, a todos les gusta. Es acogedora no?- dije en respuesta a su comentario sobre la casa mientras caminé hacia él y lo abracé. Me encantaba la idea de tenerlo en casa.
Me separé riendo al ver a shadow mostrarse cariñoso con él - creo que le simpatizas -me volví a acercar a él dandole un pequeño beso y me dirigí luego a la mesa tomando las copas
en nada amor ya está todo preparado, ten - le ofresí una copa de vino antes para brindar con él

fue agradable cada segundo que pasé a su lado, sus bromas sus chistes eran algo singular en él; amaba ese lado humorista que tenía.
Al estar ya casi terminando de cenar le quedé viendo aun no podía creer lo apuesto que se veía con ese traje. Él se levantó y se dirigió a mí tomando mi rostro uniendo sus labios con los mios de forma pasional; me abracé a él respondiendole aquel beso de la misma manera, en eso recordé y en medio del beso le dije: amor aun falta el postre

que increible lo feliz que se puede estar con alguien a quien amas no haciendo falta nada más que sólo los dos. te amo - respondí mientras me llevaba contra la pared. Sentir su cuerpo tan pegado al mio fue algo nuevo para mi, jamas había dejado que se me acercaran de esa forma.
Una de sus manos recorrió toda mi silueta a tal punto que mi temperatura se fue elevando sin casi darme cuenta.