Luna Alex Volturi

~Nombre Completo Vampiro: LUNA ALEX VOLTURI

~*Edad Vampiro (tomando en cuenta desde mi nacimiento): 3 Años, apariencia de 8

~Sexo:Femenino

~Descripcion fisica: (en spoiler)
Tamsing Egerton

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~Familia vampiro, humana o lycan: Vampira Pura

~Familia(aki relacion no solo el apellido ya sea papa, mama, bla bla bla):Renata Volturi (madre), Aro Volturi (abuelo)

~Historia:Nuestra madre se enamoro de un tipo y salio embarazada, nuestro abuelo se dio cuenta y mando a matarlo, ahora tres años han pasado desde eso, Derek es mi hermano gemelo y no nos importa el no tener padre, para nosotros Felix y el Abuelo son nuestros padres, y no necesitamos otros.

~*Poder:
Control de hilos mentales con telepatia media y telekinesis en desarrollo.





otros datos: CASTING


Dicen que las nuevas generaciones algún día toman el papel de sus maestros, este era mi caso, me encontraba algo preocupada por lo que me había tocado asumir, todos mis hermanos habían sido enviados a misiones y yo me tenía que quedar entrenando a nuevos guardias, me provocaba un poco de tedio observar que la mayoría no sabían pelear por lo que había visto, creía que el entrenamiento recibido hasta ahora era bueno, pero podía ser mejor, baje de mi habitación y salí al área de entrenamiento, di un suspiro pensando en que ese era el trabajo de mi tío Félix, quien en su momento me había entrenado y planeaba hacerle honor a su trabajo.

Llame y me hice de la atención de todos los presentes que se formaron delante mío en perfecta sincronía, sonreí, quizás no estaba todo perdido, me pasee rodeándolos evaluando sus posturas, movimientos y pensamientos, yo tenía una ventaja en esto, podía leer sus mentes.

Hoy serán puestas a prueba sus capacidades...no hay misión que no se pueda cumplir, no hay orden que deba ser juzgada y no se aceptan escusas, tú- llame a uno de los aspirantes - atácame- le ordene guardando seriedad, había visto en su mente de lo que era capaz, se trataba de un tipo alto y musculoso, me recordaba un poco a mi Tío, mi apariencia era más cercana a la de una muñeca de porcelana que a la de una entrenadora y sabia que esto les parecía cómico e incluso insultante a la mayoría en aquel grupo, yo misma me miraba siendo una especie de caricatura, pobres no sabían de lo que yo era capaz pero muy pronto saldrían de su ignorancia, le vi venir y atacarme de frente, que no tenían creatividad?, le esquive sonriendo, me ataco de nuevo y volví a esquivarlo, podía ver furia en el cristalino de sus ojos, el tipo tenía un don, sabía que si me tocaba podría ceder a su voluntad, ante su nuevo ataque di un salto y me coloque a sus espaldas le toque y sonriente susurre - ceguera- mi don le quito su visión haciendo esto más divertido.

Hay tres reglas básicas en la lucha-
1- Nunca le den la espalda a su enemigo
2. Nunca le subestimen aunque parezca indefenso
3. si no puedes verlo...guíate por su efluvio, confíen en sus instintos y usen su don.

Sonreí girándome para darle un golpe en el pecho a aquel tipo, el había seguido el sonido de mi voz, no estaba mal, a pesar de que le había puesto en desventaja el se había adaptado rápido, él estaría dentro de la guardia si a mi abuelo le parecía por supuesto.

le regrese la visión y pedí a otros dos que se acercaran, llamaba a los más fuertes, luego los mandaría a estos a pelear contra los que eran inferiores, les había seleccionado por lo que había leído en ellos, sus dones y las intensidades de estos, les pedí nuevamente me atacaran y esta vez sufrí una mordedura al distraerme, pero sin descontrolarme logre tumbarles a ambos, por supuesto ellos aun no recibían un entrenamiento digno, yo solo les estaba seleccionando por el momento, tenían mucho potencial.

Les ordene a todos colocarse en parejas y empezar a luchar entre ellos, me sorprendí de lo bien que lo hacían algunos, les rectifique algunos errores y ordene no usaran sus dones aun, entonces vi como uno de ellos había salido volando contra un muro, no había sido un ataque justo, ordene no usar dones y me habían desobedecido, me acerque de inmediato y llame al agredido.

Mátalo- ordene mirando al agresor fijamente, todos se sorprendieron ante mi orden y el agredido se negó, sonreí de lado y enarque una ceja con malicia-

Un Volturi nunca confía, nunca retrocede, nunca se rinde y nunca deja a sus enemigos con vida , si no puedes seguir una orden entonces no mereces un lugar en esta guardia así que lo siento mucho pero ...- le mire con un rostro angelical y empezó a causarle dolor desactivando su movilidad, dejando su sistema nervioso funcionando y sintiendo, mire a los nuevos guardias que había seleccionado mentalmente me miraron con recelo y reí tomando del brazo a aquel inútil y se lo arranque escuchando sus gritos que retumbaban en los altos muros del palacio- Las reglas se deben seguir siempre - arranque el otro brazo - las ordenes se deben cumplir, no importando que deban hacer para conseguirlo - metí mi mano en su pecho y arranque el pétreo corazón destruyéndolo con mi mano convirtiéndolo en polvo - los Volturis no damos segundas oportunidades - y arrancando finalmente la cabeza concluí- y no tenemos misericordia del enemigo, por eso es que somos la realeza vampírica, si alguien aquí no puede seguir con estos preceptos tendrá el mismo fin que su amigo- patee lo que quedaba del cuerpo y este cayo pesado como un costal sobre la grama, reí.

Alguna pregunta? – dije sonriendo angelicalmente y todos empezaron a entrenar, atacándose unos a otros y empeñándose en seguir las reglas y mis órdenes, perfecto, me sonreí a mi misma con satisfacción de haber conseguido que me obedecieran, sabía que no incumplirían una orden en mucho tiempo y de hacerlo estaba segura que tendrían el mismo fin, solo los verdaderamente aptos pasarían un día a pertenecer a la guardia tal como yo, algunos cayeron en el combate, pobres infelices, pero si no podían luchar entre ellos, no soportaría entrenar con los demás guardias, en manos de cualquiera no durarían 2 segundos.